Coincidiendo con el partido España-Italia del mundial de fútbol, muchos ciclistas abandonaron al llegar a la Barganiza. España perdió ese encuentro y Luis Enrique las napias.

El camión del Hipercor con toda la comida confundió Venta del Jamón con Venta les Ranes y los ciclistas se quedaron sin comer hasta las 3 de la tarde cuando localizaron al chófer despistado.

Uno de los guías seguía el recorrido por primera vez y no conocía la ruta. Afortunadamente nadie resultó perdido. Peor suerte corrió otro de los guías que casi se pierde en los baños del Romari cuando, al volver al mundo real se encontró que la vuelta se había ido llevándose consigo toda su maquinaria.

Por andar intercambiando las máquinas, dos de los guías casi se quedan en tierra por quedarse enganchados los zapatos del uno en la bici del otro.

Estrenamos nuevos tramos en el recorrido, entre ellos la bajada a La Ñora y posterior subida al campo de golf de La Llorea.

Cambio radical en el recorrido, visitando la Cordal de Peón por primera vez y vuelta por la Vía Verde .

Regresamos al Monte Areo, pero primero dejamos las fuerzas en los "dientes del lobo" por Cenero.

Primera incursión en el concejo de Noreña, buscando pistas sin asfaltar. La subida al monte Areo, dura pero por hormigón.

Al comienzo de la bajada del bosque de Muñó el coche del director de carrera empanzó en medio del camino, montando un bonito atasco.

Por primera vez, se recorre el Concejo en sentido antihorario, disfrutando un poco más del Monte Areo y mucho más de la bajada a La Ñora.

En esta ocasión nos acompañaron seis féminas, no sabemos si es porque les gusta más hacer las cosas al revés...

La llovizna nos acompañó durante toda la primera parte del recorrido. La humedad convirtió el hormigón de bajada del Monte Deva en una pista de patinaje, cosa que comprobaron varios participantes con sus propios huesos.

Más abajo, la gravilla hizo que otro ciclista hubiera de ser evacuado al hospital.